Aunque parezca mentira hablamos del templo por excelencia de Zaragoza. Se asienta al este del Pilar, sobre las ruinas del antiguo templo del foro romano y una iglesia visigoda. Del mismo modo el lugar sirvió para alojar la mezquita musulmana y se trasformó en iglesia cristiana tras la reconquista.
Estamos pues ante un templo con una amalgama tremenda de elementos y estilos. Románica en su creación es la parte menos conservada, solo quedan los ábsides y parte de las esculturas.
De las reformas góticas del siglo XIV tenemos la Capilla funeraria de San Miguel, vulgarmente llamada parroquieta y a la que más tarde volveremos a referirnos. Del mismo modo destaca el retablo mayor y la colección de tapices góticos. Una de las tres más completas del mundo.
Los elementos renacentistas y barrocos hacen que nos cambie por completo la concepción del templo. Es por esto que hoy consideremos la entrada al lugar la tardía fachada barroca. Que en principio solo fue una salida auxiliar. Pero la gran obra “moderna” es el campanario que tanto adorna la vista panorámica zaragozana.
Pero lo singular y por lo que es especial La Seo es por sus componentes mudéjares, es para recordar el nombramiento del mudéjar aragonés como Patrimonio de la Humanidad. Especialmente lo encontramos en la fachada de la antigua parroquieta.
Como curiosidad decir que tras décadas de litigio en el siglo XVII sobre el nombramiento de sede episcopal entre el Pilar y La Seo el asunto fue solucionado de forma salomónica. Compartiendo dicho honor.
Por último, comentar que fue restaurada durante las décadas de los 80 y los 90 y actualmente se permite su acceso y visita de martes a domingo.
Por último, comentar que fue restaurada durante las décadas de los 80 y los 90 y actualmente se permite su acceso y visita de martes a domingo.
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